martes, 25 de diciembre de 2012

En algún puente

Espero un alivio en forma de qué sé yo. Un consuelo en forma de cachorro quizás, por la lengua tibia y el amor sincero. Espero la soledad liviana, el sueño sin fantasmas y la extraña quietud del mar, como espero a veces, sin esperanza, que el recuerdo se deslice por mi piel como la lluvia, dejando tan solo un rastro de frío y de vida arrebatado por la luz.
Espero a veces encontrar en mis ojos otros ojos que me muestren todo aquello que no veo, la felicidad efímera y fortuita que se esconde en algunos senderos, en algunos vidas que podrían ser la mía.
Hay incluso algunos puentes desde los cuales se puede divisar la trayectoria de esas vidas y las nuestras conducidas por el agua, y es fácil a veces querer lanzarse y parar su curso.
Espero a veces el susurro de un pájaro en el puente que me silbe: "no saltes, rescátate de la muerte". Y entonces pienso que podría ser cualquier cosa: un pájaro, una ola, una canción... una esperanza que aún no conozco y me espera en algún puente.

sábado, 15 de diciembre de 2012

Tengo una locura que me deja libre a todas horas, me desabrocha el collar y corro para encontrarme en libertad con todo lo que me encadena. Hablo de quedar a solas con la tristeza, porque hace tiempo que no conozco otra forma de calma, cuando las esperanzas hibernan porque cada noche es un invierno y lo único que cuentan son las ganas de despertar.