miércoles, 30 de junio de 2010

NY


Supongo que de vez en cuando debemos tirarnos a la piscina, y pasar un poco de miedo también, como hacemos en las montañas rusas, cuando en la subida el pánico se apodera de nosotros, y en la bajada la adrenalina se dispara con esa sensación incomparable de estar vivos, más que nunca.


Este viaje será una montaña rusa, sin ninguna duda.